El rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), José Sánchez Maldonado, ha presidido hoy en el Rectorado de esta institución en Sevilla el acto de entrega del Premio Concha Caballero de 2018 a Adelaida de la Calle, presidenta de la Corporación Tecnológica de Andalucía, vocal del Consejo Rector de la Agencia Andaluza del Conocimiento y catedrática de Biología Celular de la Universidad de Málaga (UMA), así como ex rectora de la UMA y ex consejera de Educación de la Junta de Andalucía, “por su contribución a la visibilidad de las mujeres andaluzas en los ámbitos culturales, políticos y académicos”, según recoge el acta del jurado que la eligió entre varias candidatas el pasado mes de julio.
Adelaida de la Calle ha sido reconocida anteriormente con la Medalla de Andalucía por la excelencia en su trabajo, la Medalla de Oro de la UMA y la Medalla de la Universidad de Sevilla, por contribuir a la creación del Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech. Entre otros cargos, De la Calle ha sido presidenta de la Asociación de las Universidades Públicas Andaluzas y de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas.
También ha sido presidenta de la Fundación General de la Universidad de Málaga y de la Fundación Observatorio Universidad-Empresa; vicepresidenta de Universia España, miembro del Comité Científico Asesor del Banco Europeo de Inversiones y vocal del Consejo Rector de la Agencia Andaluza del Conocimiento. El rector de la UNIA lamentó expresamente el último asesinato ocurrido hoy en Sevilla y condenó el terrorismo machista existente en nuestra sociedad, condena a la que se sumaron tanto el consejero de Economía, Hacienda y Administraciones Públicas, Antonio Ramírez de Arellano, y el presidente del Parlamento de Andalucía, Juan Pablo Durán; así como la propia De la Calle.
Defensora de la Universidad Pública
Ramírez de Arellano se refirió al “esfuerzo, la valentía, el tesón y el talento” de la premiada , de quien resaltó que “siempre ha hecho siempre una defensa inquebrantable de la Universidad Pública”.
En su intervención, el consejero incidió en que la UNIA es un elemento estratégico del Sistema Universitario Público andaluz, “por su contribución a la internacionalización de nuestras universidades y su orientación hacia la conexión entre la universidad y el tejido productivo. Todo ello, desde su vertiente transformadora y su protagonismo en el progreso de la sociedad”.
“Este es el caso de los Premios Concha Caballero –agregó–, un premio con el nombre de una mujer excepcional, dialogante, inteligente, comprometida con la lucha feminista y la defensa de la igualdad. Un referente del feminismo en Andalucía”. Según manifestó, “Adelaida de la Calle atesora méritos más que suficientes para merecer este reconocimiento. Ha sido la primera mujer en numerosas facetas, como docente, investigadora o en presidir órganos de gobierno universitarios”, y destacó que la premiada “defiende con total convicción que no es posible hablar de progreso si no es también sobre la base de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres”.
No existe «cerebro en rosa»
“Utilizando una expresión suya, no existe cerebro en rosa, las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres. Sin embargo el sesgo de género sigue siendo una realidad. Las mujeres han sido invisibles en la historia de la ciencia, del arte o de la tecnología. Durante algunos años Adelaida fue la única rectora en la Universidad española. Hoy son siete en universidades públicas y otras siete en universidades privadas. Como Adelaida dice, continúa existiendo más que un techo de cristal, un techo de hormigón. Ella ha sido capaz de romperlo”, concluyó el consejero.
De la Calle comenzó su intervención afirmando que “el premio tiene hoy un mayor significado, porque tenemos que seguir luchando hombres y mujeres contra ese terrorismo machista que no cesa”, y mostrando “una emoción profunda por este galardón, que conmemora la labor de mi admirada Concha Caballero, a la que tanto añoramos; una mujer brillante,feminista y luchadora por la igualdad real y la justicia social”.
Según explicó la presidenta del CTA, “aunque sin una clara actitud feminista, siempre he luchado por la libertad y la justicia social, principio que me llevaba a ser una luchadora comprometida en mis años de estudiante universitaria, en aquellos años donde nuestra principal preocupación era la lucha por la libertad. Me sentía una privilegiada porque mi padre, conservador de nacimiento, siempre tuvo claro que yo, como mis hermanos, tenía
que ser universitaria. De esta manera, casi sin darse cuenta, generó en mí el impulso de defender los derechos de la mujer en la búsqueda de la igualdad de oportunidades”.
En este sentido, rememoró que sus primeros principios de mayor compromiso los adquirió de “otra persona sumamente comprometida con la lucha por la igualdad, alguien que vive siempre en mi recuerdo, Rosario Valpuesta. A través de ella, entendí lo importante que era buscar referentes y lo necesario que era renunciar a determinadas situaciones de mayor comodidad y conseguir metas más altas que sirviesen de referente a otras mujeres”.
En su opinión, los dos grandes retos que hay que afrontar para incorporar y mejorar la posición de la mujer en el mundo de la ciencia y la empresa son: “fomentar las vocaciones científicas y emprendedoras, porque la ciencia y la empresa sí son cosa de mujeres, aunque no terminamos de creérnoslo, y la corresponsabilidad en las responsabilidades familiares”.
“Desde mi posición aquí, animo a todas las mujeres a seguir perseverando y al resto a que seamos honestos y contribuyamos a conseguir esa sociedad más justa que garantice una igualdad de oportunidades y también un contexto que permita aprovecharlas”, concluyó.