Las empresas andaluzas, siguiendo las tendencias internacionales de respeto al medio ambiente, vienen apostando en los últimos años por tecnologías, productos y procesos más sostenibles con el fin de reducir su impacto ambiental. En esta línea, la multinacional almeriense Cosentino lanzaba el año pasado HybriQ, una nueva tecnología para fabricar Silestone mediante una formulación híbrida de materias primas minerales y recicladas, donde se reduce el uso de sílice cristalina. Un proceso sostenible que ya supone el 80% de la producción de su reconocida marca de superficies.
“Silestone® HybriQ es una innovación tecnológica que eleva a la marca a un nivel superior, remarca su liderazgo en el sector e inicia un camino hacia una mayor sostenibilidad y una importante contribución de seguridad e higiene a la cadena de valor de la compañía, con especial atención a quienes trabajan y elaboran el producto”, comentan desde la compañía. El reto de la empresa es alcanzar este mismo año el 100% de su producción de silestone bajo esta tecnología más respetuosa con el medio ambiente.
Con este nuevo proceso productivo Silestone pretende consolidar tres aspectos fundamentales, la responsabilidad, la sostenibilidad y la economía circular. A nivel productivo, la tecnología HybriQ supone el uso de un 99% de agua reutilizada de los procesos de producción o el 100% de energía renovable, así como la incorporación de mejoras y sistemas más avanzados en gestión sostenible y economía circular en sus fábricas.
El uso de las nuevas materias primas minerales que se utilizan en el proceso supone un coste extra de fabricación del material de unos 3 millones de euros anuales que la compañía asumirá íntegramente, sin aplicar un aumento de precio en el producto.
A pesar de las innegables consecuencias de la pandemia, Cosentino ha logrado mantener su actividad y su facturación ha vuelto a situarse por encima de los 1.000 millones de euros. En concreto, la compañía alcanzó durante 2020 una cifra de negocio de 1.078 millones de euros, dato ligeramente inferior a los 1.110 millones obtenidos en 2019.
El Ebitda a cierre del ejercicio se situó en los 214 millones de euros, incluyendo la aplicación de la NIIF16. Si no se considera este efecto, el Ebitda de gestión resultante sería de 176 millones, en ambos casos una cifra récord en la historia de la compañía. El Beneficio Neto del Grupo logrado durante el 2020 fue de 65,3 millones de euros.
La innovación sostenible, el capital humano, la alta capilaridad internacional y la transformación digital de la organización, son las claves que marca Cosentino como elementos cruciales para lograr mantener su actividad incluso durante los meses más duros de la pandemia.
A pesar de la crisis, la empresa ha seguido realizando las inversiones previstas a nivel de innovación y desarrollo de producto, industriales y de gestión medioambiental. La inversión total acometida por la compañía en 2020 rozó los 120 millones de euros.
En cuanto al empleo, la multinacional ha logrado sortear la situación sin acometer ningún ERTE en España. La empresa cerraba el año con 4.740 empleados en total, más de 2.600 de ellos ubicados en territorio español. Además, ha logrado aumentar la tasa de contratos indefinidos hasta un 93%.
A nivel de internacionalización, la compañía ha abierto nuevas sedes en Ottawa y Winnipeg (Canadá) en Rio de Janeiro (Brasil) y en la Costa Oeste de EEUU. Con estas nuevas aperturas, Cosentino cerraba el año con un total de 142 unidades de negocio y comerciales distribuidas en los cinco continentes.
Fuente: ElEconomista.es.