El proyecto europeo ZeroW, del que CTA es socio, ha celebrado en las instalaciones de Grupo La Caña en Gualchos (Granada) dos jornadas de talleres para analizar tres tecnologías en desarrollo para combatir el desperdicio alimentario. Durante los días 24 y 25 de octubre, participantes de entidades públicas, centros de investigación, universidades, empresas y clústers pudieron conocer tres de los nueve laboratorios de innovación sistémica (SILLS por sus siglas en inglés) de ZeroW. Los SILLS son ecosistemas de innovación abiertos y centrados en el usuario que proponen posibles soluciones para frenar el desperdicio en diferentes puntos de la cadena alimentaria.
En los talleres, organizados por el Instituto de Investigación de Agricultura, Pesca y Alimentación de Flandes (ILVO), los asistentes analizaron conjuntamente las barreras y oportunidades de estas tecnologías, así como sus posibilidades de entrar en el mercado y el impacto que tendrían en el consumo de alimentos.
En la primera jornada, se analizaron dos tecnologías en desarrollo de la industria hortofrutícola y cárnica. Por un lado se presentó el SILL3, que utiliza la visión por ordenador para supervisar el estado de los tomates y su grado de madurez en invernaderos. Este SILL aborda el desperdicio alimentario en la fase previa a la cosecha y está promovido por AgriFood Lithuania DIH. En segundo lugar se exhibió el SILL6, coordinado por ASINCAR, el cual trata sobre el uso tecnología NIR (análisis de infrarrojo cercano) y análisis de datos para minimizar la pérdida de alimentos en la industria avícola.
En la segunda jornada, se mostró el SILL5 sobre identificación de alimentos no estéticos. Este laboratorio de innovación, formado por Grupo La Caña, Multiscan Technologies, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) y coordinado por CTA, trabaja en la identificación y valorización de los alimentos no estéticos, especialmente de tomates cherry.
Solución tecnológica andaluza
El SILL5, implantado en las instalaciones de Grupo La Caña en Gualchos, consiste en el uso de la tecnología VIS-NIR para ayudar a reducir el desperdicio de alimentos no estéticos por parte de productores y minoristas. Sus miembros se encuentran desarrollando una plataforma multisensor que podría analizar el estado de unos 300.000 tomates por hora mediante el uso de visión artificial y un sistema de procesamiento de datos en tiempo real. Esto permitiría separar los tomates en distintos grupos de forma automatizada, según diferentes parámetros.
Además, el grupo se encuentra probando un espectrómetro de masas portátil que analizaría los compuestos químicos de los tomates para discernir qué muestras son orgánicas de cuáles no.
Durante la segunda jornada de los talleres, los asistentes pudieron ver en primera persona el funcionamiento de la plataforma multisensor y realizar preguntas y sugerencias a los miembros del SILL5. Entre los participantes de este encuentro de co-creación destacaron la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía; la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía; los centros CICAP y CIDAF y las Universidades de Granada y Almería, entre otros.