
La presidenta del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa), Marta Bosquet, el director general de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), Elías Atienza, y el presidente de la Plataforma Tecnológica de Biotecnología Vegetal (Biovegen), José Pellicer, han inaugurado hoy en Sevilla la jornada “Bio-Soluciones en nutrición vegetal: retos de innovación y de colaboración”.
Este encuentro, que ha contado con representantes de empresas, centros de investigación y actores clave del ámbito agroalimentario, ha tenido como objetivo impulsar el desarrollo de soluciones innovadoras en nutrición vegetal, así como fomentar un espacio de debate para compartir conocimientos y experiencias en la búsqueda de estrategias más sostenibles y eficientes en el ámbito de la biofertilización.
“Esta actividad es una oportunidad para impulsar la competitividad de nuestro sector agrario a través de la colaboración público-privada”, ha destacado Marta Bosquet, que ha puesto en valor la apuesta por la investigación y la experimentación desde la Junta de Andalucía. “Las posibles bio-soluciones en nutrición vegetal son muy importantes para conseguir cultivos más sostenibles, rentables, resilientes y respetuosos con el medio ambiente”.
El director general de CTA, Elías Atienza, ha destacado que “la biofertilización es una temática de actualidad en el contexto de la transición verde y descarbonización de la agricultura que se está promoviendo desde la PAC y conlleva retos técnicos que requieren un importante esfuerzo en I+D+i para su resolución”. En este sentido, ha apuntado que será esencial la cooperación científico-empresarial para afrontarlos y ha ofrecido el asesoramiento y el programa de incentivos de CTA para los proyectos innovadores que surjan en este ámbito de biosoluciones en nutrición vegetal.

Por su parte, José Pellicer ha subrayado la importancia de estas jornadas que “permiten conocer los avances, las tecnologías que están cambiando las estructuras productivas y las expectativas”, ha asegurado, destacando asimismo la importancia de “unir a empresas y personas para que estén al día de los avances tecnológicos”.
La actividad, que ha reunido a 60 profesionales del sector, ha contado con varias ponencias de expertos y una mesa redonda. Así, Pablo Quirós, responsable de proyectos de I+D+i de Fertinagro, ha abordado los desafíos de la biofertilización, mientras que Javier López, técnico del departamento I+D+i de DCOOP, ha tratado durante la jornada las necesidades tecnológicas de biofertilización en el sector agroalimentario, especialmente el caso del Grupo Operativo Simbioliva.

Por su parte, los expertos en la mesa redonda desarrollada durante la jornada han debatido sobre la oferta tecnológica y las soluciones innovadoras en nutrición vegetal. En concreto, en la misma han participado Vicente Mariscal, investigador del IBVF-CSIC; María Camacho, investigadora del Ifapa; David Iglesias, director general de Biorizon Biotech; y Berta Rodríguez, coordinadora científica de TIMAC AGRO.
El encuentro, celebrado en las instalaciones de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, también ha permitido a los participantes mantener reuniones bilaterales entre ofertantes y demandantes de biotecnología en encuentros previamente agendados, que se han desarrollado en varios espacios de networking habilitados durante la actividad.
Innovación en el sector agroalimentario
Esta jornada para la colaboración y la innovación en bio-soluciones en nutrición vegetal, organizada por CTA, Ifapa y Biovegen. representa una oportunidad para fortalecer la colaboración ciencia-empresa, promover el desarrollo tecnológico y el intercambio de ideas.
El Ifapa es un organismo público de investigación adscrito a la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural que tiene como objetivo contribuir a la modernización de los sectores agrario, pesquero y alimentario de Andalucía y a la mejora de su competitividad a través de la investigación, el desarrollo tecnológico, la transferencia de conocimiento y la formación, asegurando además la sostenibilidad medioambiental.
Para ello, el instituto cuenta con 15 centros repartidos por todas las provincias andaluzas que suman más de 1.300 hectáreas de superficie experimental y numerosos equipamientos singulares. En total, ocho áreas científico-técnicas conforman una estructura de investigación y formación en el territorio que busca dar respuesta a las demandas del sector y prestarle el asesoramiento necesario que redunde en la mejora de sus sistemas productivos.
CTA es una fundación privada con más de 185 empresas miembros y más de 20 años de experiencia, impulsada en su origen por la Junta de Andalucía, con gestión privada y dedicada al fomento de la I+D+i regional y la transferencia de tecnología. CTA ayuda a empresas, universidades, centros tecnológicos, administraciones públicas y otras entidades a sacar el máximo rendimiento de su esfuerzo en I+D+i.
Además, CTA asesora a las empresas para planificar una estrategia de innovación, desde la identificación de sus necesidades de I+D+i a la formulación de los proyectos para resolverlas o la búsqueda de socios y la financiación necesaria para llevarlos a cabo. También tiene una creciente actividad internacional como socio de referencia en proyectos de innovación en colaboración, habiendo participado en más de 65 proyectos internacionales y colaborado con más de 500 entidades de 45 países.
Biovegen es una asociación público-privada, liderada por el sector empresarial, que reúne a entidades del sector agroalimentario con interés en innovación vegetal. En este sentido, participan organismos públicos de investigación, admisnistraciones y empresas del sector agroalimentario como obtentores de variedades vegetales, de fertilización y nutrición vegetal, de protección vegetal, de agrobiotecnología y de gestión de la I+D. Así, el objetivo de Biovegen es mejorar la competitividad del sector agroalimentario español mediante la incorporación de nuevas tecnologías basadas en biología vegetal. Para ello trabajan en la generación de proyectos conjuntos de I+D+i público-privados, en promover una mayor transferencia de conocimiento y tecnología hacia el sector empresarial, en contribuir al diseño de estrategias de I+D adaptadas al sector agroalimentario y en promover una mayor inversión pública y privada en I+D.