Emprendedor, ¡necesitas un plan!
El plan de negocio de una startup en 10 pasos + 1 consejo.

Lo sabemos: tienes una (muy buena) idea, eres osado, eres ágil y quieres verla ya en el mercado. Estamos de acuerdo y te apoyamos, pero no te precipites. ¡Necesitas un plan!

El experto en emprendimiento de base tecnológica Mario González Pérez, responsable de Gestión y Contabilidad en Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), considera que, para un proyecto emprendedor (startups, spinoffs, EBT), “la elaboración de un buen plan de negocio no es una opción sino una obligación si realmente se pretende transformar su idea en una empresa de éxito”.

En su opinión, la elaboración de un buen plan de negocio tiene grandes ventajas, entre las que destaca dos:

  • permite a los emprendedores abordar una reflexión general sobre su proyecto, llevando incluso a perfilar/modificar la idea inicial para ajustarla a la demanda real del mercado, lo que en el mundo del emprendimiento se denomina “pivotar”.
  • es el mejor soporte para conseguir aliados que apuesten por tu proyecto (ya sean inversores privados/business angels, ayudas públicas, aceleradoras de empresas, programas de emprendimiento, concursos de ideas o socios tecnológicos)

Preparar un plan de negocio convincente no puede frenarte. Mario González te aconseja seguir los siguientes 10 pasos:

1. La idea

Coworking, crowdsourcing, branding, freemium, digitalización, big data, IoT… Los términos y tecnologías de moda ‘enganchan’, pero sirven de poco si no se resume de manera clara y contundente un aspecto clave: cuál es la idea del proyecto.

2. El problema

Define el problema que se ha identificado y que se quiere resolver. Debe tratarse de un problema real, que afecte a los potenciales usuarios/clientes.

3. La solución

Describe en qué consiste la solución que propones y destaca cuáles son sus ventajas o fortalezas frente a otras soluciones existentes para el mismo problema.

4. El equipo promotor

Es clave describir bien el equipo promotor, destacando su implicación, ambición y multidisciplinariedad, ya que puede ser un elemento diferencial en la decisión de los inversores de apostar por el proyecto.

En algunos casos, tiene un peso determinante en la decisión final de respaldar el proyecto y algunos inversores llegan incluso a introducir una cláusula que garantice la continuidad del equipo. No se trata de exagerar, sino de evidenciar vuestras fortalezas.

5. El Mercado

De nada sirve tener una buena idea, que resuelve un problema mediante una solución óptima y novedosa, si no hay nadie que esté dispuesto a comprarla. Mario González te recomienda identificar el mercado potencial, real y accesible del producto o servicio que se quiere lanzar. Cuanto más ajustadas y realistas sean las cifras, más valorado será por los potenciales inversores.

6. La competencia

Mario González precisa que “no hablamos sólo de los competidores sentido estricto, sino también de los productos sustitutivos, o el poder de los clientes y proveedores”. En este apartado, el consultor de CTA recuerda que “está muy extendido el método de las Cinco Fuerzas de Porter” (método exigido, por ejemplo, en la solicitud de los préstamos participativos de la Entidad Pública ENISA).

7. El producto / tecnología

Es imprescindible explicar el producto o tecnología que soluciona la necesidad detectada en el mercado, prestando especial atención al elemento diferenciador, así como a la protección de la tecnología propia (patente, secreto industrial, etc).

8. La monetización

Aquí no hablamos de describir un modelo de negocio, sino de explicar cómo se va a ganar dinero. En muchas ocasiones, los emprendedores se pierden en un mar de modelos estándar que no sirven para explicar adecuadamente cómo se va a ganar dinero con el proyecto. En este apartado, los mentores y aceleradoras cada vez se alejan más de los modelos clásicos, para personalizar la fórmula de monetización de cada proyecto.

9. El plan financiero y de inversión

El plan de financiación e inversión debe responder, según Mario González, las tres preguntas más importantes a las que se enfrenta el emprendedor:

  • ¿cuántos recursos se necesitan?
  • ¿cómo se van a obtener?
  • y ¿en qué se van a emplear?

Basar un plan de negocios en la autofinanciación a partir de las propias ventas suele ser una debilidad habitual en los emprendedores. Es importante analizar las alternativas de financiación públicas y privadas: subvenciones y préstamos, en un ámbito local, nacional e incluso internacional.

10. El impacto social y ambiental

Cada vez cobra más importancia incluir una valoración del impacto social y en el entorno del proyecto, así como su contribución al crecimiento económico.

Puede ser un punto muy bien valorado según en qué programas de financiación, especialmente los de carácter público, aunque también es creciente el número de inversores privados que tienen en cuenta el aspecto ético de su inversión y su contribución a mejorar el entorno.

10+1. Consejo (¡y suerte!)

El mejor plan de negocio es aquel que permite, al demandante de la información, entender en qué consiste el proyecto y convencerle de que se implique en él. No es un documento estático, sino que debe ser actualizado de manera periódica por el equipo promotor, pero siempre debe responder cuatro preguntas clave:

  • ¿qué ofrezco al mercado? (producto/servicio)
  • ¿se puede realizar? (viabilidad técnica)
  • ¿se va a vender? (viabilidad comercial)
  • ¿será rentable? (viabilidad financiera)

¡Suerte con tu proyecto!

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