Carbures, lidera el proyecto INTERCAR (Intelligent Integration of Carbon fiber in Automotive) para rediseñar la estructura del soporte en modelos de coches de alta gama, fabricar prototipos y automatizar la producción.
El resultado de la investigación posibilitará reducir el peso de los vehículos y con ello su consumo y la emisión de CO2 a la atmósfera; en el caso de los coches eléctricos se conseguirá recorrer una mayor distancia sin recargar la batería.
En automoción solo se puede reducir el peso de los coches para reducción de C02 y menor gasto de combustible a través de tres aspectos: consiguiendo hacer más eficientes los motores, aspecto que solo sucede cada 10 años; potenciando la aerodinámica, que supone un sacrificio del confort porque se reduce el espacio habitable; o a través del peso de la estructura, punto en el que interviene la fibra de carbono, ya que tal y como dice José María Tarragó, vicepresidente ejecutivo de Carbures, “es 4,5 veces más ligero y con una resistencia 3 veces superior a la del acero”.