El despacho Cremades&Calvo-Sotelo, a través de su oficina de Sevilla, y CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía) han firmado una alianza para promover la Compra Pública de Innovación en Andalucía y, con ella, la mejora de los servicios públicos prestados por las administraciones andaluzas y la innovación del tejido productivo andaluz.
Avalada y promovida por la Unión Europea, la Compra Pública de Innovación (CPI) supone un cambio de enfoque en la contratación pública, pues usa la licitación como mecanismo de estímulo de la innovación a la par que de mejora de los servicios públicos. Su diferencia con la contratación convencional es que no pide un servicio que ya ofrece el mercado, sino que demanda una tecnología nueva o mejorada que aún no existe pero puede desarrollarse en un plazo razonable.
Cremades&Calvo-Sotelo Sevilla y CTA trabajarán para identificar oportunidades de mejora y transformación de las administraciones andaluzas, así como soluciones tecnológicas y proyectos innovadores que estén empezando a desarrollarse por parte del sector productivo y que puedan ayudar a mejorar los servicios que se prestan al ciudadano en áreas como el transporte y la movilidad, la salud, las infraestructuras críticas, el abastecimiento energético…
Con esta alianza, se pone en común el vasto conocimiento que tiene CTA sobre la innovación en Andalucía y sus principales actores y la expertise de Cremades-Calvo Sotelo en el desarrollo de proyectos tecnológicos a través de esta fórmula de contratación pública.
Experiencia en más de 10 proyectos de CPI
El acuerdo se produce después de que ambas organizaciones hayan colaborado con éxito en más de una decena de proyectos innovadores en áreas como vivienda, depuración, dependencia, tráfico, emergencia y vehículos no tripulados, desarrollados para entidades como la Agencia Andaluza del Conocimiento, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, la Consejería de Fomento y Vivienda, la Dirección General de Infraestructuras del Agua, la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, la Dirección General de Movilidad, la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia, la Dirección General de Infraestructuras, la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía o la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior.
Algunos de los proyectos de CPI que Cremades-Calvo Sotelo y CTA están asesorando son los siguientes:
- el lanzamiento de un sistema de vivienda protegida industrializada de consumo energético casi nulo;
- la optimización energética y economía circular para la depuración en núcleos urbanos;
- una plataforma de electromovilidad por inducción en movimiento para autobuses de transporte colectivo;
- la optimización de la iluminación y movilidad en el puente de acceso a Huelva desde la costa Occidental;
- el desarrollo de drones para monitorizar de manera automática y más eficiente las superficies agrícolas e infraestructuras rurales;
- o la puesta en marcha de soluciones innovadoras para la mejora de la gestión de las emergencias en Andalucía focalizadas en los procesos de prevención y planificación para una detección temprana de situaciones de riesgo.
El valor de la CPI
El gran valor de la CPI es que ofrece una fórmula de financiación pública de la innovación complementaria a los incentivos, aprovechando el fuerte peso de las contrataciones en el PIB y el gasto público. En España, por ejemplo, la licitación pública representa el 11% del PIB y aproximadamente el 23% del gasto público, por lo que su impacto económico está fuera de toda duda. La CPI no solo ofrece oxígeno financiero a la innovación empresarial, sino que también le aporta un cliente, un mercado potencial y una experiencia o aval clave para el desarrollo de negocio.
Las administraciones llevan tiempo atentas a este tipo de nuevas alternativas. La Unión Europea, por ejemplo, ya ha advertido de la necesidad de desarrollar este instrumento ante el impacto de la crisis en la capacidad de la Hacienda Pública para asignar fondos y recursos a proyectos estratégicos. También ha afirmado que solo bajo este esquema podrán movilizarse las inversiones que sus Estados miembros necesitan para desarrollar proyectos clave relacionados con la agenda verde, la movilidad sostenible, la innovación, las infraestructuras críticas y la sanidad.
Fondos Next Generation EU
Cremades&Calvo-Sotelo y CTA también colaborarán en la captación de proyectos tecnológicos públicos y privados que puedan ser candidatos a los fondos de recuperación europea Next Generation EU, pertenecientes a un ambicioso plan de recuperación y modernización de la economía de la Unión Europea, con los que se pretende que la Europa pos-COVID19 sea más verde y esté más enfocada a lo digital, y que podría tener una dotación para España de más de 140.000 millones de euros.
Las exigencias de los Fondos Next Generation EU, alineados con la estrategia general establecida por la Unión Europea, encajan a la perfección con el perfil de proyectos en los que Cremades&Calvo-Sotelo y CTA tienen una amplia experiencia, como el desarrollo de tecnologías limpias y energías renovables, la mejora de la eficiencia energética, los transportes sostenibles, la digitalización de la administración y los servicios públicos y la lucha contra el cambio climático.