La empresa GEA 21 ha desarrollado, a través de un proyecto de I+D+i respaldado por Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), una gama de productos aislantes del ruido construidos a partir de neumáticos reciclados y geotextil (material textil sintético hecho de fibras poliméricas, habitualmente utilizado para la construcción).
El material aislante desarrollado es más ligero, tiene mejores propiedades acústicas y menor coste que los existentes en el mercado y, además, supone una contribución medioambiental, puesto que utiliza como materia prima un residuo que se obtiene del reciclado de neumáticos fuera de uso (NFU), que en la actualidad no tiene utilidad alguna y cuya eliminación supone un coste.
Así, la gama de productos a los que se aplicará este material supondrá, por una parte, aumentar la demanda de geotextil que actualmente fabrica GEA 21, lo que se traducirá en generación de empleo, y, por otra, dar aplicación a un residuo. En concreto, la primera aplicación que GEA 21 ha dado al material es el aislamiento acústico de paredes y techos para viviendas y otras edificaciones.
En el proyecto, participa el grupo de investigación de Máquinas y Motores Térmicos, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla.
Los aislantes acústicos son cada vez más demandados en España tanto por la exigencia de los consumidores (residencial) como por la aplicación de normativas cada vez más estrictas en materia de ruidos y contaminación acústica (residencial, comercial, obras públicas). De hecho, el nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE), vigente desde 2007, es muy exigente respecto al aislamiento acústico mínimo.
En la actualidad, el 80% del consumo anual de geotextil se utiliza para la construcción de carreteras, que tiene una demanda muy estacional en primavera y verano. Debido a la limitada capacidad de almacenamiento del geotextil, la producción de éste y el capital humano sufren la misma estacionalidad, por lo que el desarrollo de nuevos usos de este material ayudará a reducirla y a mantener una producción más estable todo el año.
Este proyecto de I+D+i se enmarca en una estrategia de innovación de GEA 21 para diversificar los mercados de una de sus filiales, Geotexan, dedicada a producir geotextil, por lo que es un claro ejemplo de cómo la innovación es una herramienta útil y con resultados prácticos para mejorar la evolución del negocio de una empresa.
Ventaja medioambiental
La utilización del producto base (políester de alta tenacidad procedente de residuo reciclado de neumáticos fuera de uso) tiene una ventaja medioambiental evidente, ya que la masiva fabricación de neumáticos y las dificultades para hacerlos desaparecer una vez usados constituyen un grave problema para el entorno.
Un neumático necesita grandes cantidades de energía para ser fabricado (medio barril de petróleo crudo para un neumático de camión) y, si no es convenientemente reciclado, genera contaminación ambiental al terminar en vertederos incontrolados. De las 250.000 toneladas que se generan al año en España de NFU, sólo el 17% se recauchuta, recicla o se destina a valorización energética, mientras que el 83% restante se destina al vertido, abandono o depósito en vertedero, al igual que en la mayoría de los países europeos.
Acerca de GEA 21 y Geotexan
Grupo GEA 21 es un holding empresarial multisectorial nacido a partir de un grupo constructor que actualmente desarrolla su negocio mediante seis líneas de actividad y participa accionarialmente en más de cincuenta empresas organizadas en subholding.
Por su parte, Geotexan es una filial de GEA 21 ubicada en Minas de Río Tinto (Huelva) y dedicada a la fabricación y comercialización de geotextiles, geocompuestos y fibra sintética. Lidera el mercado nacional y ha iniciado su internacionalización a nuevos mercados como Alemania, Italia, Holanda, República Checa, Portugal, Arabia Saudí o Dubai.
Acerca de Corporación Tecnológica de Andalucía
Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) es una Fundación privada promovida por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa (CICE) de la Junta de Andalucía para estimular el desarrollo de la innovación en Andalucía. Suma el esfuerzo público y privado para financiar proyectos de I+D+i empresarial que tengan viabilidad económica o social y en los que participen grupos de investigación al menos en un 15% del presupuesto, lo que garantiza la transferencia tecnológica Universidad-Empresa.