GPTech, premio a la excelencia en Medio Ambiente de Grupo Joly

Andalucía tiene fortalezas indudables, y entre ellas está la agroindustria. En este segmento encontramos a Aceitunas Torrent, centenaria empresa familiar que en los últimos años ha multiplicado por cinco su facturación y se ha convertido en un referente de la exportación de la aceituna de mesa negra y de variedad hojiblanca; o a Pansur, que con su sabia combinación de procesos industriales y artesanales ha conseguido, incluso, introducirse en un mercado tan complicado como el de los EEUU. La región también cuenta con un know how muy apreciable en energías renovables, y así lo demuestra GPTech, dedicada al desarrollo de dispositivos electrónicos que transforman la energía solar y eólica en eléctrica. Está presente en cuatro continentes y el 92% de su facturación procede del exterior.

Pero el capital humano de la región también es capaz de explorar vías no tan tradicionales. Es el caso de Biotronic Advance Develops, pionera en España en el desarrollo tecnológico de la biolectrónica aplicada a la salud humana. O de Xtraice, que ha conseguido extender el uso en todo el mundo de las pistas de hielo sintéticas, con presencia ya en 80 países.

Aceitunas Torrent (Proyección Internacional), Pansur (Agroindustria), GPTech (Medio Ambiente y Energías Renovables), Biotronic Advance (Salud, Bienestar y Biotecnología) y Xtraice (Innovación, Desarrollo Tecnológico, TIC y Aeronáutica) han sido las empresas reconocidas en los V Premios a la Excelencia en las Pymes Andaluzas, que organiza Grupo Joly y patrocina La Caixa, y que se entregarán mañana en el Museo de Carruajes de Sevilla. Algunas son familiares, otras son spin off (nacidas en el seno de la Universidad), otras producto de una iniciativa individual, pero todas tienen algo en común: la innovación, su fuerte potencial de crecimiento y la clara voluntad de competir en un mercado global.

Aceitunas Torrent, por ejemplo, es una empresa familiar fundada en 1898 por Francisco Torrent Terol y dedicada en un principio a la fabricación de toneles para guardar aceite y aceitunas. Pronto giró al negocio aceitunero y fue, en 1920, pionera en vender este producto a Sudamérica. También fue de las primeras que, gracias a Máximo Torrent San Emeterio, trabajó con la variedad hojiblanca, que entonces se consideraba "no óptima" para la mesa. Hoy en día, sin embargo, es la que más se vende en el exterior.

Aceitunas Torrent, además, ha apostado por la aceituna negra, que suele considerarse de algún modo inferior. Contra ello se rebela Pilar Canalejo, responsable de Márketing de Aceitunas Torrent: "La nuestra es de bastante calidad y en el extranjero se demanda más que la verde, nos guste o no nos guste", afirma, y destaca su sabor "suave" y la facilidad que tiene para combinarse en otros alimentos. De hecho, el canal Horeca es la principal fuente de ingresos de la empresa.

La firma, además, ha sabido resituarse en el mercado, al apostar por mercados no saturados. No se centra en Estados Unidos -como muchas otras- y enfoca sus esfuerzos a los países árabes, Rusia y los estados de la antigua URSS. En cierto modo, Aceitunas Torrent introduce el producto en mercados todavía por explorar y ahora lo está haciendo, por ejemplo, con Rumanía.

GPTech es una spin off de la Universidad de Sevilla fundada por Juan Manuel Carrasco y Eduardo Galván. Surge en 2002, al calor del auge de las renovables en España, y como surtidor de dispositivos electrónicos que permiten la integración de estas energías en el sistema eléctrico. Ya desde 2005 se planteó su expansión a otros países, y fue justo cuando estalla la crisis, en 2009, cuando empieza a vender su producción fuera. "Fue un acierto, supimos ver con antelación que había negocio también fuera", señala Eduardo Galván, consejero delegado de la compañía. Hoy en día están presentes en cuatro continentes, con especial incidencia en Estados Unidos y toda Latinoamérica.

GPTech fabrica dispositivos para integrar en la red eléctrica las energías solar y eólica, y también para estabilizar la red. Así, para los momentos en que no hay viento en el caso de la eólica esta empresa proporciona sistemas con baterías que almacenan la energía, "con el objetivo de que no decaiga la producción". También oferta tecnología para el control integral electrónico de este tipo de plantas. Y ahora trabaja, por ejemplo, en integrar en la red eléctrica soluciones que combinan renovables y no renovables, "como los sistemas PV-Diésel, compuestos por la hibridación de energía fotovoltaica con generadores diesel", señala la firma.

Otra que lleva la innovación por bandera es Biotronic Advance, aunque en este caso en soluciones médicas. Nació hace 35 años casi como pionera en Europa de la tecnología electrónica aplicada a la salud humana. Ejemplos de ello son los láseres de uso terapéutico y los equipos de radiofrecuencia y campos magnéticos. De esto último, de la transmisión de señales electromagnéticas en concreto, es una buena muestra Physicalm, un innovador equipo para el tratamiento del dolor que, a diferencia de los fármacos, no tiene efectos secundarios. Tampoco es invasivo, como sí sucede con otros tratamientos. "Hay radiofrecuencias en hospitales, pero requieren intervención, un pinchazo con electrodos; nuestra novedad es que las transmisiones electromagnéticas son transcutáneas, por encima de la piel", señala Francisco Ríos, director-gerente de la firma e hijo del fundador, Francisco Ríos Martínez. La innovación, presentada el año pasado como "novedad mundial" en el Parque Tecnológico de la Salud de Granada, tiene un gran recorrido en campos como el deporte de elite, y hasta el Real Madrid, a través de Sanitas, se ha interesado por la tecnología.

Ríos afirma que, en la estrategia sanitaria en España, se ha apostado mucho por los tratamientos diagnósticos, y los terapéuticos han ido un paso por detrás. Él espera que el foco vaya desplazándose hacia ahí, y su empresa, sin duda, está contribuyendo a este futuro avance.

Xtraice demuestra que los caminos de la innovación son inescrutables. Y que ésta se puede aplicar a campos como el ocio. Su pista de hielo sintético, o ecológico, ha sido un éxito mundial. Adrián Ortiz, primer directivo de la compañía, afirma que acaba de vender tres pistas en Nigeria y que cuando montó una recientemente, en Indonesia "surgieron tres o cuatro oportunidades más". Cada año introduce mejoras en el deslizamiento o en el giro, "lo que hace que la sensación se parezca cada vez más a la del hielo". Entre sus nuevas propuestas figura una "pista de hielo interactiva" pensada para los patrocinios, en la que se celebraría un show con "personajes de cuentos" y habría proyecciones sobre la propia pista. También, desde su filial en Mineapolis, trabaja en el mercado de particulares en Estados Unidos. Ortiz espera que "explote" en 2015, ya que advierte que la demanda va creciendo poco a poco.

El próximo nicho de mercado es el de las universidades americanas, ya que observa que mientras los practicantes federados aumentan año a año las pistas de hielo disminuyen, probablemente por su alto coste. Y en este punto Ortiz da un tirón de orejas a alcaldes en España que siguen apostando por las pistas de hielo convencionales a sabiendas del alto coste de mantenimiento: 30.000 euros al mes, frente a los cero euros de la sintética. "En Francia hemos multiplicado por diez los alquileres a los ayuntamientos, y no son diez veces más ricos que nosotros".

El círculo se cierra otra vez con la agroindustria. Pansur, que lleva detrás cuatro generaciones de panaderos, es un ejemplo cierto de la idiosincrasia de este sector en Andalucía: la perfecta combinación entre lo artesanal y lo industrial. Miguel Pineda, primer directivo de la compañía relata que en 1999, cuando la familia decidió abandonar un pequeño obrador en Sevilla para levantar una fábrica de pan precocido, no tenían "suficiente capital" ni "los bancos ayudaban mucho". "Decidimos comprar la maquinaria poco a poco y combinar el trabajo manual con los procesos industriales". Les fue bien así, porque resultó que el pan era de mayor calidad que el de la competencia, "sin aditivos y levadura; casi todo es agua, harina y sal". "Resultó que lo que era una debilidad se convirtió en nuestra fortaleza", afirma Pineda, que añade que la elaboración de la masa aún sigue siendo artesanal.

La firma no ha dejado de crecer desde 2005. En 2007 adquirió Almepan, su competencia en el campo de Gibraltar. Se introdujeron en la colonia inglesa y a partir de ahí prepararon el salto internacional. En 2011 nace Pansur USA, con sede en California y posteriormente, en 2013, una oficina comercial en Nueva York. Ahora prepara para 2015 el traslado de la fábrica a un nuevo emplazamiento, del barrio de San Jerónimo (Sevilla) al Polígono La Isla. Las nuevas instalaciones permitirán a Pansur doblar su producción total. Y eso hará posible que incremente aún más su expansión, ahora frenada porque la fábrica principal -la otra está en La Línea- está al 90% de su capacidad.

 

Fuente: Grupo Joly

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